El Bund de Shanghái, circa 1850.
El primer año de Hudson Taylor en China fue extremadamente difícil, pues “el frío, incluso el hambre, los tiempos de velar, las noches sin dormir por el peligro y los sentimientos que tuve cuando estaba solo e impotente”—según lo recordaba él años más tarde. Sin embargo, Dios ciertamente estaba presente.
Ese primer año incluyó la horrenda experiencia de Taylor el 18 de octubre de 1854. Taylor se había acostado tarde, a las 2:45 am solo para despertar poco después. ¡Un incendio se acercaba hacia su casa! Los incendios y bombardeos no eran inusuales en ese tiempo, porque se libraba una guerra civil entre una tríada y las fuerzas gubernamentales del imperio chino en y alrededor de Shanghái, en donde Taylor había sido desplegado.
Taylor oró y vio que el viento soplaba el fuego acercándolo más y más, cuando, repentinamente, comenzó a llover. ¡Qué respuesta a su oración! Mientras Taylor suspiraba aliviado, una bomba impactó en el techo de una casa cercana...
Fiuente: Irene Chang et al (eds), Christ Alone. A Pictorial Presentation of Hudson Taylor's Life and Legacy.
